Al pasear por el bosque con los pies desnudos sintiendo la dulce textura del camino, a veces podremos pincharnos con alguna ramita, así en la vida podremos ir protegidos con consistente coraza que nos proteja de sentir lo dulce o lo amargo o ir " a corazón abierto" y empaparnos de las vivencias de todo tipo que vayan surgiendo en el camino. Seremos más vulnerables a las heridas pero viviremos con más intensidad las buenas experiencias.
Realizada en el camino de Covalagua, Pomar de Valdivia (Palencia).
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