Los espejos se volvían grises al mirarme en ellos. No conseguía verme, era como si existiera todo a mi alrededor excepto yo, que no significaba nada ante aquella inmensidad. Bajé al lago y no conseguí verme reflejado en sus aguas grises, paré, medité, al final lo vi todo más claro... El lago, las nubes, las rocas, las ramas no se veían a si mismos, al igual que yo.

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